Este pobre país es más pobre de lo que sospechábamos. Desde el primer día la emoción ha ido creciendo. Tanto, que estamos a punto de estar a punto. Imposible emocionarse más. La Fundación Gomaespuma lleva diez años comprometida en proporcionarles educación a los niños para que puedan salir de la miseria en que viven. Miseria de suelos de tierra, de dormitorios sin cama, de cocinas alimentadas por el fuego del plástico para calentar una olla con un puñado de arroz (del barato, que el bueno está a ocho córdobas y no se puede) y de violencia. De tíos, de amigos del padre y de padres que abusan de las niñas que aún cuentan su edad con los dedos de sus manos. Hemos conocido a muchos de esos niños y niñas. Y también a algunas jóvenes que, gracias a estos proyectos, hoy son monitoras en los centros que se hicieron cargo de ellas hace unos años.
Permaneced atentos. Seguiremos informando, porque salimos a toda prisa a entrevistar a Carlos Mejía Godoy. Clodomirooooo, Clodomiroooo…. son tus perjúmenes, mujeeeeer….Aaaadiós!