Os dejamos aquí algunos momentos destacados de la conferencia y al final un enlace en el que os podéis descargar la ponencia completa o ver el vídeo.
«El hecho de estar ciego, o de moverse en silla de ruedas, no es por tanto una catástrofe, sino una diferencia. Únicamente nuestra torpeza, el desconocimiento de la realidad cotidiana de las personas afectadas por la discapacidad, convierte a un hecho aleatorio en un problema. Y uno se pregunta ¿por qué? ¿Dónde está el muro contra el que chocamos a la hora de buscar una integración real? Se me ocurre una única respuesta: la causa es justa, pero nos está fallando el marketing. »
«La sociedad civil también tenemos la responsabilidad de acercarnos al mundo de la discapacidad. De entenderles y de descubrir que en él hay personas tan válidas como el resto. Personas que con las herramientas adecuadas nos pueden proporcionar sonrisas, aventuras, conocimientos y, en lo que nos ocupa en este congreso, también trabajo. Sí, porque la integración real no consiste solamente en darle empleo a un pobre cojo; consiste también en comprender que el pobre cojo, además de cojo, puede ser más listo que los ratones colorados y capaz de ayudarnos a crear muchos empleos.»
«Se hace necesario un manual de Instrucciones de la diversidad para evitar sofocos. Para hacernos a todos la vida más agradable. A los que formáis parte de la familia de la discapacidad y a los que no. Para evitar tener que dar explicaciones constantes. Yo estoy en ese empeño. Hace 3 años inicié una colección de relatos infantiles con Alfaguara, las aventuras del detective Anizeto Calzeta, en donde su ayudante es una niña de once años que va en silla de ruedas. La inclusión de Ruedas (que ha tenido una acogida estupenda entre los pequeños lectores) supone un paso al frente importante en la batalla por normalizar la presencia en la sociedad de individuos diferentes. Al conseguir que los niños no se refieran a este personaje como “la niña de la silla de ruedas” sino como Ruedas, la ayudante de Anizeto, se les enseña a restarle importancia al hecho de que alguien se desplace en silla para subrayar, en cambio, sus méritos humanos. Como haríamos con cualquier otro niño.»
«El mundo de la diversidad tiene que mandarnos más señales para que sepamos cómo relacionarnos con ellos. Pero sería injusto negar que lleva ya un tiempo mandando señales a las que prestamos poca atención. Señales a veces tan gordas como la de las Paralimpiadas de Londres; así que a ver si va a resultar que al final los ciegos somos nosotros.»
«La tecnología está aquí. Y es importante que quienes os dedicáis a implementarla entendáis que en el mundo de la diversidad tenéis un importantísimo nicho de mercado. Que no se os pide ayuda: que se os ofrece negocio. Hablamos de un número de clientes que son el 8 por ciento de los españoles. Y del 8 por ciento, no os quedéis con el 8, que no se trata de 8 pringados; quedaros con el porcentaje: TRES MILLONES STECIENTOS SESENTA MIL CLIENTES POTENCIALES. Atención, repetimos como en el sorteo de la ONCE: 3,760,000…»
«Hay que contar con los clientes para desarrollar los productos. Todo por el pueblo, pero con el pueblo. […] Los ingenieros no tienen más remedio que de contar con los clientes en el proceso de modelización. Aunque ello signifique en ocasiones renunciar a la originalidad. En este país nos han enseñado a ser originales en lugar de a ser prácticos… y os puedo asegurar que el mundo de la diversidad reclama soluciones pragmáticas y concretas. No quieren que les epatéis; sino que les facilitéis la vida. Olvidaros de la absurda obligación de escribir siempre un código nuevo; que está bien para entretenerte, pero no todas las veces tiene un resultado práctico.»
«La discapacidad necesita de las tecnologías, pero de nada servirán esas tecnologías si los ingenieros no tienen en cuenta las peculiaridades de la discapacidad. Y tampoco servirán de nada los esfuerzos de los ingenieros si España no adecua sus leyes para que puedan ejecutar sus ideas. Y en eso, el mundo de la diversidad puede echarles una mano.»
«En un mercado que ya es global, si queremos competir necesitamos adecuar nuestras leyes a la realidad. El mundo de la tecnología consiste hoy en abrir una empresa en 24 horas y desmantelarla en 48, para volver a abrir otra al día siguiente. Mientras el papeleo burocrático para poner en práctica una iniciativa en España siga teniendo que esperar meses y vistos buenos de la comisión ministerial correspondiente, los emprendedores españoles seguirán marchándose al extranjero. »
«Los ciegos y el resto de la discapacidad tienen la inquietud de que la sociedad, el mundo de la empresa y la tecnología les escuchen. Un sentimiento justo y noble y para eso estamos hoy aquí. Pero no olvidéis que si queréis liderar un proyecto que lleve el bienestar a vuestros afiliados, también tenéis la obligación de escuchar a los emprendedores y de apostar por ellos antes incluso de que se demuestre que estaban en lo cierto.»