Parece mentira que haya pasado tanto tiempo en tan poco tiempo. Es decir, que a nosotros nos parece que fue hace cuatro días y por lo que se ve, no. Es normal, porque mirándonos al espejo y comprobando, día a día, que ambos mantenemos este pelazo y esta lozanía en la piel, comprendemos que somos nosotros quienes no le hacemos justicia al transcurrir de los años.
Corrían los primeros ochenta. La inquietud juvenil nos impulsaba a acometes nuevos proyectos y nuevas empresas, por arriesgadas que estas pudieran parecer. Viendo que el programa de Gomaespuma, que por aquel entonces se emitía los sábados por la noche en Antena 3, iba viento en popa, decidimos arrojarnos al vacío y jugarnos el dinero del padre de Juan Luis. Le pedimos un préstamo de 150.000 pesetas de la época, que era un capital a tener en cuenta.
– Papá…
– -¿Qué queréis?
– Que nos dejes 150.000 pesetas.
– ¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!
– Lo que oyes.
– Pero, hijos…
– ¡Venga, Luis! – dijo Guillermo, muy convincente en un tono en absoluto convincente – ¡Si te lo vamos a devolver!
– ¿Me lo prometéis?
Y nos dejó el dinero justo para auto editarnos estos primeros comics. Su venta fue un éxito total, los vendimos como churros y el padre de Juan Luis recuperó el préstamo sin intereses. Ahora, años después, haciendo un ejercicio de alegre nostalgia y presionados por un oyente muy persistente que no ha cejado de pedírnoslo, los ponemos de nuevo a disposición de los mamíferos catarrinos a través de este nuevo medio. Lo antiguo y lo nuevo se dan la mano, esperemos que ninguno de los dos la tenga la mano húmeda de sudor, que da mucha grima.
Así que si queréis conseguir semejantes joyas, podéis conseguirlos a través de Bubok: http://gomaespuma.bubok.es (tanto la edición de papel como la digital, que somos muy modernos).